Bé, aquest text està originalment escrit en castellà, i com que no volía que perdés l'essencia no l'he traduït. Espero que us agradi.
El agua
caliente contrasta con el aire frío típico de una noche de
primavera. El agua me empieza a bajar por el pelo y lentamente fluyen
mis pensamientos. ¿Cómo pueden las cosas cambiar tan rápidamente?
¿Cómo pueden los sentimientos depender de una cosa tan complicada
como es el corazón?
Me
cuestiono cosas típicas de un día lluvioso. De un día de esos que
sólo te trae recuerdos. Recuerdos de sentimientos tristes o malos.
Recuerdos de momentos en los cuales a nadie le importas lo suficiente
como para sacarte una sonrisa que llegue realmente y te cure las
heridas. O al menos te las tape. Impotencia, rabia, tristeza... Eso
es lo que siento cuando pienso en él. Y ahora mismo lo hago, pienso
en él.
Pienso
en él, en sus ojos y en el modo en que su mirada parece que esté
escaneando mi corazón. Pienso en él, en sus labios que cada vez que
hablan, parece que hagan que me rompa un poco más. Pienso en él y
pretendo que está a mi lado, cogiéndome de la mano y sonriéndome
cada vez que vuelvo la cabeza hacia él. Finjo que me encuentra entre
toda esa aglomeración de gente. Que él y yo estamos solos, aunque
juntos.
Pero
nada de esto es real. Estoy hablándome a mi misma, pensando que hay
un camino para nosotros, aunque cada día aprenda que sin mí, su
mundo seguiría girando. Sigo creyéndome todas esas mentiras. Eso
que son simples sueños que aspiran a poder ser reales. A ser reales
solo para mí. Y por desgracia, esas imaginaciones vacías de
realidad me llenan más que la vida real. Una ficción que más que
nada me libra de una rutina que no termino de comprender. ¿Vivimos
para querer, o queremos para vivir?
A veces
pienso que si deseo una cosa con todas mis fuerzas voy a poder hacer
que sea real. ¿Es eso cierto? Lo dudo, sinceramente. Pero a veces
creo que soy la única con sueños, con metas, con algún deseo. Pero
no. Todo el mundo sueña, todo el mundo desea, todo el mundo quiere,
todo el mundo planea...
Pero yo
no planeo un para siempre juntos, solo quiero que haya un nosotros
formado por él y yo. Aunque sea momentáneo. Quiero sobrevivir a
partir de instantes. Instantes como este. Una ducha caliente que
rememora recuerdos en un día frío de primavera. Un día no muy
bueno en el que he descubierto que me rompo cada vez que me doy
cuenta que no estoy entre sus brazos y no me da ese simple abrazo que
esperaba. Ese abrazo que creía que no significaría nada dentro de
mí. Pero como muchas otras veces en mi vida, me he equivocado.
Dicen
que los peores errores son los que no cometemos. Yo quiero
equivocarme. Quiero equivocarme con él, ver de manera distinta la
vida, errar para aprender. Quiero aprender y dejar de fingir. Porque
últimamente solo pretendo una realidad falsa. Finjo que puedo ser
feliz cuando en realidad, la sonrisa que me enmascara, es tan
dolorosa que me quiebro por dentro, en silencio.